Monster vs Paperdolls propone un acercamiento lúdico, desenfadado y definitivamente divertido a las formas de la arquitectura, desde sus distintas formas de representación (plantas, secciones, maquetas,…) en el que, partiendo del análisis clásico de un edificio según su basamento, cuerpo y coronación, deje en manos de los estudiantes -organizados en equipos de trabajo y discusión autónomos- la posibilidad de combinar de forma desprejuiciada como en los juegos infantiles de muñecas y moda donde los niños combinan zapatos, vestidos y sombreros, por ejemplo, las distintas partes de un edificio, de tal forma que de esas combinaciones puedan extraerse conclusiones significativas alrededor de las ideas comunes e inmutables (o lo contrario) en cuanto a la estructura formal de los edificios. Pero no siendo la arquitectura un asunto estrictamente formal… ¿Por qué no introducir variables complejas como la estructura, el programa o la función? ¿Cuál sería el resultado de alterar y recombinar algunas de estas variables, como si de simples piezas de un sencillo puzzle se tratara? ¿Supondría un ataque imperdonable a la absoluta integridad del proyecto, a la definición albertiana de belleza: un concierto de todas las partes que, en la obra de arquitectura, se ajustan y acomodan según la proporción, allí donde se encuentran, y así acontece que no se puede añadir o disminuir o superponer cosa alguna en ella sin que empeore? ¿Puede la arquitectura utilizar el collage como herramienta fuera de un contexto temporal e integrador para componer edificios donde exista, aún, una cierta coherencia, como en las encantadoras paperdolls o, por el contrario, el resultado que podemos esperar no es muy diferentes al de un monstruo arquitectónico, una suerte de Frankenstein abominable? Empieza el juego: la razón contra el libre albedrío, paperdolls vs monstruos supone un ataque sacrílego y violento a lo más puro y rancio de la arquitectura. ¿Será la arquitectura capaz de soportarlo?
Paco Casas y Beatriz Villanueva.
(Brijuni Arquitectos)
trabajos de:
Nisamar Pestano Pérez- Eva Gómez Blanco- Adriana Quesada Sánchez